En mi jardín, la vida de los animales no es tan fácil como parece, y lo sé porque he vivido esta historia.
Flop es un lagarto muy anciano; yo lo conozco desde hace 14 años, pero sólo me habla desde hace 4 años, antes no me hablaba o si lo hacía yo no lo oía.
Flop vive en la valla que separa mi casa de la de mi vecino Jorge, que tiene mi misma edad y ,aunque los dos vamos al mismo instituto, no estamos en la misma clase; a él no le he dicho nada sobre lo de Flop, no vaya a pensar que me falta un tornillo… bueno ¡que me enrollo y pierdo el hilo de la historia que quiero contaros!.
La primera vez que oí a Flop fue hace 4 años; estábamos Jorge y yo en mi jardín jugando al fútbol. Él chutó muy fuerte y la pelota fue a dar en la valla que separa nuestros jardines. Lo que oí no lo sé describir pero fue un ruido muy extraño; al instante le pregunté a Jorge si él no había oído nada, me contestó que no y le dije que si tampoco lo estaba oyendo en ese instante. Sonrió y me dijo que sólo oía el ruido del chute tan fuerte que había dado. Con la excusa de que tenía que preparar un trabajo de Ciencias Naturales le dije que tenía que irme a casa. Pero no lo hice. Buscando por el lugar del que procedía el ruido extraño que yo sí que escuchaba, lo vi. Era un lagarto que chillaba angustiado por el balonazo que casi lo había dejado aplastado en la pared. Cuando se tranquilizó ¡me habló! Me explicó que Jorge le tenía su casa muy destrozada.
Lo primero que hice fue cogerlo y llevarlo a la parte de mi jardín; con mucho cuidado para que no volviera a suceder lo anterior; le construí una casa y le pregunté que si el nombre de Flop le parecía bien para él, me contestó que sí. Su casa la hice en el mismo lugar donde vivía pero el agujero de la valla que linda con la casa de Jorge lo tapé muy bien y le hice otro en mi jardín.
Desde ese momento Flop me habla y me espera todos los días especialmente los que hace sol. En esos días, sale a la valla y se tumba a la bartola para tomar el sol. Flop ya no tiene energía para alejarse de la valla y eso me tranquiliza porque así estoy tranquila de que Jorge no lo aplastará de un pelotazo.
Ayer, hablé con mi madre y le conté la historia de Flop, pero mi madre le tiene pánico a los reptiles, y se puso muy nerviosa; no sé si por pensar que en el jardín de su casa tenía a Flop, o por pensar que me faltaba un tornillo; en fin un lío, así que espero que ustedes me indiquen posibles finales para la historia que les acabo de contar.
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